Marco Roberto
Olympista Participante
Es probable que estemos confundiendo el término "profesional" con "profesionalidad".
Normalmente este tipo de conversaciones termina girando en torno a la ética y calidad del fotógrafo. Estos son dos aspectos de fundamental importancia en un profesional de la fotografía. Ser un profesional tiene un poco de todo: El que los demás consideren que eres bueno en lo que haces, que reflejes y demuestres experiencia, que cumplas con un código de ética y moral, que cobres por lo que haces...
En lo que a cámaras se refiere la industria y la mercadotecnia han creado una serie de etiquetas para determinar distintos "targets": Cámaras Ponit & Shot, de iniciación, para aficionados, para entusiastas (o avanzados o semiprofesionales), para profesionales, etc. Lo que yo he intentado definir es qué -y cuándo- se considera un equipo bajo la etiqueta "profesional" sin llegar a los valores éticos y morales; simplemente cómo se suele catalogar.
Neviros, con mucha tristeza debo contarte que los clientes suelen esperar que aquel que les ha cobrado tantísimo dinero por cumplir con su encargo, por lo menos llegue con una cámara negra y grande (profesional...). De hecho hay clientes que te exigen hasta la marca o una cantidad mínima de megapíxeles (como algunas agencias).
Quien no vive de la fotografía se encuentra en una posición que le facilita el decir "No. Mi trabajo no se vende a quien me considere solo por el equipo que debo cargar". Pero el que debe llevar el pan a casa ganando dinero tras el ejercicio de la fotografía, sabe que si no se pone al corriente con un equipo "profesional" le va a quedar muy cuesta arriba. Además, este tipo de cámaras ofrecen muchas apreciables ventajas que son de agradecer a la hora de lograr esa toma que se pueda vender.
Un saludo cordial.
Normalmente este tipo de conversaciones termina girando en torno a la ética y calidad del fotógrafo. Estos son dos aspectos de fundamental importancia en un profesional de la fotografía. Ser un profesional tiene un poco de todo: El que los demás consideren que eres bueno en lo que haces, que reflejes y demuestres experiencia, que cumplas con un código de ética y moral, que cobres por lo que haces...
En lo que a cámaras se refiere la industria y la mercadotecnia han creado una serie de etiquetas para determinar distintos "targets": Cámaras Ponit & Shot, de iniciación, para aficionados, para entusiastas (o avanzados o semiprofesionales), para profesionales, etc. Lo que yo he intentado definir es qué -y cuándo- se considera un equipo bajo la etiqueta "profesional" sin llegar a los valores éticos y morales; simplemente cómo se suele catalogar.
Neviros dijo:Pero lo más importante: Si te presentas en un encargo fotográfico con una cámara pequeña, ¿te van a decir que te vayas? ¿No esperarán ni a ver las fotos? Es más, ¿No han visto tus fotos antes?. En caso de que te tumben el encargo, ¿No sería mejor cambiar de clientes? ;D ;D ;D ;D ;D ;D
Saludos!
Neviros, con mucha tristeza debo contarte que los clientes suelen esperar que aquel que les ha cobrado tantísimo dinero por cumplir con su encargo, por lo menos llegue con una cámara negra y grande (profesional...). De hecho hay clientes que te exigen hasta la marca o una cantidad mínima de megapíxeles (como algunas agencias).
Quien no vive de la fotografía se encuentra en una posición que le facilita el decir "No. Mi trabajo no se vende a quien me considere solo por el equipo que debo cargar". Pero el que debe llevar el pan a casa ganando dinero tras el ejercicio de la fotografía, sabe que si no se pone al corriente con un equipo "profesional" le va a quedar muy cuesta arriba. Además, este tipo de cámaras ofrecen muchas apreciables ventajas que son de agradecer a la hora de lograr esa toma que se pueda vender.
Un saludo cordial.