Esetribal, pito, frogship, Javi... Tenéis toda la razón y no seré yo quien os discuta los argumentos que manejáis, pero planteaos la siguiente situación:
Un feliz propietario de una E-System, no importa cuál, con un par de objetivos 4/3. Se decidió por ese equipo porque, después de barajar otras opciones, considera que las ventajas que ofrece ese sistema compensan sus carencias. Como se sabe enganchado a esta seductora afición de la fotografía, le gustaría ir completando poco a poco su equipo: comprar algún objetivo más para ampliar el rango focal del que dispone, sustituir alguno de los cristales estándar por otros de mayor calidad… La verdad es que mucha falta no le hace porque el equipo ya está bastante bien y debería ocuparse más de mejorarse a sí mismo antes que de su material, pero ya se sabe cómo somos, siempre preferimos un camino más corto, aunque no lleve a ningún sitio...
Sea como sea, nuestro protagonista tiene un calcetín que, lenta pero inexorablemente, va llenando hasta que llegue el feliz día de comprarse otro juguete. Sin embargo, tiene un problema y es que, según dicen por ahí, el sistema al que pertenece todo su equipo está en cuestión. La marca que lo produce y avala ha diseñado otro, de prometedor futuro pero por ahora de menores prestaciones, y parece inevitable que el porvenir del primero sea más bien precario. Nadie en esa marca ha dicho ni dejado de decir qué puede pasar con todo ese material que posee nuestro amigo, si podrá ser usado sin restricciones en el nuevo sistema o si, por el contrario, de aquí a un tiempo no podrá sacarle todo el partido que tiene porque no encontrará una cámara
adecuada en que montarlo.
Menudo dilema. ¿Qué hace nuestro amigo? A) ¿Pasa de todos los rumores e incertidumbres y compra ese juguete que le apetece y cree que necesita? B) ¿Es prudente y espera a ver qué pasa con el nuevo sistema? C) ¿Decide vender ya todo lo que tiene, no vaya a ser que al final el sistema emergente no alcance la calidad del original o no haya ninguna cámara a la altura del material que ya posee, y éste se deprecie meteóricamente?
Digamos que la primera opción es temeraria: puede que pague 100 por algo que mañana valdrá 20; la segunda es paciente: obliga a esperar y dominar las ansias que tiene de aumentar su equipo, una vez que, oh fortuna, al calcetín ya le falta poco para estar suficientemente lleno; y la tercera es la más conservadora: perderá una parte sensible de lo ya gastado pero no se arriesga a perderlo "todo". Además esta tercera opción está apoyada por dos vocecitas, digamos subliminales, que nuestro amigo oye en sueños: una que viene escuchando hace mucho, un runrún permanente, que le dice que su sistema la tiene más pequeña ;D; y otra que le susurra: "Con las ganas que tú tenías de ese nuevo cristal… Pero si cambiamos, volveríamos a estrenar equipo, imagínate, sería volver a sentir ese placer insondable de la primera vez…"
¿Qué hará nuestro atribulado protagonista?
1) Visto lo visto, es muy probable que acabe decidiéndose por la opción C (estimaciones estadísticas no científicas basadas en observaciones recientes de conocidos "locales" de compraventa avalan esta posibilidad 8)).
2) Sólo la opción A supone negocio para Olympus, justo la que implica que nuestro amigo tenga un puntito kamikaze.
Epílogo:
Nuestro protagonista ha visitado hoy una tienda de fotografía para alimentar el gusanillo que le corroe y calmar sus ansias consumistas. Sin saberlo, se ha cruzado con un novel aficionado a la fotografía, que sintiéndose muy limitado por su compacta marca X, ha decidido adentrarse en el mundo de las réflex. Como no controla mucho, le ha pedido consejo al vendedor… Pero ésa es otra historia, y como es bastante predecible y ya os he soltado un buen rollo, os la voy a ahorrar.
Un saludo.
P.D. Mi eterno reconocimiento a quien haya llegado hasta aquí
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