Bueno, bueno, bueno. Descubiertas las "trampas" la cosa queda más clara. Y me quedo más tranquilo por aquello de no haber visto cosas raras (o sí que las he visto, pero no eran producto de mi imaginación).
Bueno, pues ahora iniciamos el debate, aunque ya me encuentro muchas "cartas boca arriba" y va a parecer que lo tengo fácil. Esto, después de ciertos comentarios sobre la belleza, estética y composición de la toma derivó en consideraciones sobre dónde debe empezar y acabar el uso de PS o los artificios. Si debemos "modificar" la realidad o no ...
¿Nadie ha estado en un tradicional laboratorio fotográfico de los de antes? ¿Nadie se ha mojado los dedos en revelador y fijador, inhalado el acético, ...? Ya allí se hacían "tapados", se jugaba con los tiempos de exposición, se intentaba (con bastante poco éxito) la solarización, ... Es decir, el negativo no era perfecto, y se procuraba "resolver" aquellas carencias que en el momento de la toma no habíamos conseguido obtener. Ahora la técnica nos proporciona unas herramientas "secas" y quizá más potentes. Y de igual manera se justifica el uso de artificios en tanto en cuanto seamos capaces de crear belleza. Y aquí volveremos a entrar en debate parecido y nuevas subjetividades.
Así que, nos centramos en cosas dichas por todos:
- El esfuerzo ha merecido la pena. A las pruebas me remito. Pabellón desvencijado, oscuro y cutre donde una niñas hacen deporte. Después del procesado, sí hay color que no antes (al contrario que con cierto anuncio de detergente).
- Hay que contar doblemente una historia. El "making off" que dice alguno (alias "cómo se hizo"), para saber qué teníamos antes y dejar que sea la imagen la que nos cuente o transmita una idea (la historia que cuenta la imagen).
- Yo también hubiera dejado los peluches pero ¡menudo curro si hay que dejarlos en su sitio al tiempo que "pintamos la pared" trasera. La mano de pintura encima de todo es mucho más efectiva y así nos centramos en las niñas.
- El análisis de la toma puede inclinarse en la plasticidad y candor de tres niñas que abrazan su pelota de gimnasia rítmica o en la técnica que hemos empleado, partes difusas, ...
Al final hemos hablado de imagen, composición, fotografía, estética, realidad y/o fantasía. Tampoco soy profesional ni he pasado por escuela de artes para poder sentar cátedra. Sólo me gusta fijarme y especialmente por el agujero que deja el visor de una cámara. Pero ¿os dais cuenta que la polémica ha surgido del intercambio de pareceres de una tecno-tribu cuyo único punto en común es una afición y no importarle opinar? Y al final lo que tenemos es una discrepancia, pero todos hemos visto lo importante que es fijarse, hablar, discutir y no llegar a un acuerdo pero haber conocido múltiples puntos de vista. Esto quizá sea hacer cultura, autodidacta, quizá sin gran rigor, pero cultura y opinión.
Gracias Pito por sembrar la polémica.