Yo creo que ambas soluciones (que las piedras en primer plano estén o no enfocadas) son válidas, aunque el resultado serían dos fotos muy distintas conceptualmente. La que finalmente ha elegido el fotógrafo, con las piedras enfocadas, situando al espectador, es una imagen de tipo documental: muestra una imagen real, aporta la visión que tiene un espectador al que se preocupa de situar en la escena. La otra, con las piedras fuera de foco, sería una imagen más onírica, una imagen en la que el fotógrafo manipula la realidad para crear una distinta y propia.
No se puede decir que una esté bien y otra mal, simplemente son fotos distintas.