corto
Gurú Olympista
era un límite cierto. Treintaiseis tomas en negativo. Teníamos que pensar cada foto y asegurar cada disparo. El grano y la latitud de exposición eran determinantes al elegir la película.
En aquella época, que parece tan lejana y sin embargo fue hace sólo unos pocos años, yo hacía lo que hoy más bien llamamos una fotografía conceptual. Pero era consecuencia inevitable de que había que pensar, a full, pensar desde antes de descolgar la cámara en el placard; tener previstas las locaciones, incluso yo llevaba una libreta donde anotaba las coordenadas de cada foto que preveía, mientras caminaba por la ciudad, trabajando o paseando, pero siempre atento a la aparición de una posible toma para mi proyecto. Todo era proyecto.
Algunos ensayos de aquella época siguen estando entre mis preferidos. por ejemplo Fotografía aérea a muy baja altura. Tres botones de muestra sacados de mi memoria analógica
.
.
.
.
En aquella época, que parece tan lejana y sin embargo fue hace sólo unos pocos años, yo hacía lo que hoy más bien llamamos una fotografía conceptual. Pero era consecuencia inevitable de que había que pensar, a full, pensar desde antes de descolgar la cámara en el placard; tener previstas las locaciones, incluso yo llevaba una libreta donde anotaba las coordenadas de cada foto que preveía, mientras caminaba por la ciudad, trabajando o paseando, pero siempre atento a la aparición de una posible toma para mi proyecto. Todo era proyecto.
Algunos ensayos de aquella época siguen estando entre mis preferidos. por ejemplo Fotografía aérea a muy baja altura. Tres botones de muestra sacados de mi memoria analógica
.

.

.

.