Hay lugares en nuestra maravillosa naturaleza que guardan espectaculares sorpresas. Lo que me gustaría mostraros en este caso, es el premio que uno puede encontrarse al madrugar un poco.
Muniellos es Reserva de la Biosfera, y por eso la entrada de visitantes está muy limitada. Gracias a ello, no es difícil encontrarse con detalles fascinantes a lo largo del camino, gracias a la combinación de una tierra que se mantiene casi virgen y al rocío mañanero que la cubre, y que, con la ayuda de la umbría, la abundante vegetación y la temperatura primaveral, se mantiene hasta un buen rato después de la salida del sol.
Así, sin siquiera salirnos de los senderos marcados (está rigurosamente prohibido caminar fuera de ellos) y bajando la vista al suelo, nos encontramos con esculturas vivas literalmente envueltas en un denso rocío, como es el caso de esta diminuta tela de araña tejida en una pequeña porción de hierba de apenas cuatro centímetros:
telaraña con gotas by Mac, en Flickr
Brillos, gotas de agua y verdes intensos crean bonitas composiciones que, de repente, muestran un amago de orden en un aparente caos natural:
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
Levantando un poco la vista, pero siempre a escasa distancia de la tierra empapada, la condensación sobre las distintas plantas nos sigue mostrando una imaginería repleta de vida, color y magníficas formas que comienzan a nutrirse de la vida que el agua y el sol les proporciona:
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
Cuando el sol ya calienta, la vegetación nos sigue mostrando su mejor cara, como si quisiera demostrarnos que no necesita del intenso brillo de las infinitas microgotas refulgiendo para brillar con luz propia:
Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
La fauna autóctona, como nosotros, también gusta de aprovechar los últimos restos de humedad saturando los matojos que aún se mantienen empapados en la umbría:
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
Y aun cuando el calor ya penetra con fuerza en la tierra embebida, siguen quedando lugares en los que el abundante rocío se nos muestra fresco, resistente, pertinaz, brillando como si se tratase de luciérnagas a plena luz del día:
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
Hasta que por fin, ante la obstinada insistencia del sol, el rocío desaparece. Será sólo por unas horas; El espectáculo volverá a producirse durante la próxima noche, con nuevas sorpresas, formas inéditas e insólitos diseños.
La mañana y el rocío en Moal (Asturias) by Mac, en Flickr
Todas las fotos de este reportaje están hechas con una cámara sin espejo APSC, con un objetivo de focal fija de 30 mm f/2 (unos 46 mm. equivalentes).
Muniellos es Reserva de la Biosfera, y por eso la entrada de visitantes está muy limitada. Gracias a ello, no es difícil encontrarse con detalles fascinantes a lo largo del camino, gracias a la combinación de una tierra que se mantiene casi virgen y al rocío mañanero que la cubre, y que, con la ayuda de la umbría, la abundante vegetación y la temperatura primaveral, se mantiene hasta un buen rato después de la salida del sol.
Así, sin siquiera salirnos de los senderos marcados (está rigurosamente prohibido caminar fuera de ellos) y bajando la vista al suelo, nos encontramos con esculturas vivas literalmente envueltas en un denso rocío, como es el caso de esta diminuta tela de araña tejida en una pequeña porción de hierba de apenas cuatro centímetros:

Brillos, gotas de agua y verdes intensos crean bonitas composiciones que, de repente, muestran un amago de orden en un aparente caos natural:

Levantando un poco la vista, pero siempre a escasa distancia de la tierra empapada, la condensación sobre las distintas plantas nos sigue mostrando una imaginería repleta de vida, color y magníficas formas que comienzan a nutrirse de la vida que el agua y el sol les proporciona:






Cuando el sol ya calienta, la vegetación nos sigue mostrando su mejor cara, como si quisiera demostrarnos que no necesita del intenso brillo de las infinitas microgotas refulgiendo para brillar con luz propia:

La fauna autóctona, como nosotros, también gusta de aprovechar los últimos restos de humedad saturando los matojos que aún se mantienen empapados en la umbría:

Y aun cuando el calor ya penetra con fuerza en la tierra embebida, siguen quedando lugares en los que el abundante rocío se nos muestra fresco, resistente, pertinaz, brillando como si se tratase de luciérnagas a plena luz del día:

Hasta que por fin, ante la obstinada insistencia del sol, el rocío desaparece. Será sólo por unas horas; El espectáculo volverá a producirse durante la próxima noche, con nuevas sorpresas, formas inéditas e insólitos diseños.

Todas las fotos de este reportaje están hechas con una cámara sin espejo APSC, con un objetivo de focal fija de 30 mm f/2 (unos 46 mm. equivalentes).