Sacarle un selfie subacuático a una rana es complicado. Es un bicho desconfiado y rápidamente se entierra en el lodo o huye. Hay una excepción: recié salida del letargo invernal se muestra lenta y pasiva, permite situar la cámara a escasos cm del hocico. Eso sí, el madrugón se le nota en los párpados.
P2258706 (1) by maurici romero, en Flickr
