Yo también pienso, como muchos de vosotros, que Olympus juega (y debería seguir jugando) en una liga distinta a la del formato completo de Canon, Nikon o Sony. Su mejor opción sería consolidar la fidelidad de los usuarios que hemos optado por el sistema M43, desarrollando, por ejemplo, sensores de mayor resolución, nuevas mejoras en enfoque, medición, profundidad de campo, reducción de ruido en ISOS altas, conectividad, software de procesado, prestaciones de vídeo, etc., además de seguir sorprendiendo con objetivos espectaculares. Sinceramente, creo que Olympus se equivocaría si a estas alturas se embarcara en competir, por ejemplo, con los 45,7 mp de un monstruo como la Nikon D850 (cuyo cuerpo pesa, por cierto, más de un kilo).
Mi paso por las reflex digitales de formato completo fue de la mano de Canon. Para que os hagáis una idea, la Canon 5D III (950g) y el 24-70mm 2.8 L USM (805g) me pesaban entre los dos 1755g, casi el doble que un equipo equivalente en M43 (EM1 II + 12-40 /F2.8 Pro). Mi espalda ha salido ganando con el cambio, y eso no es poco. Aunque las cámaras y los objetivos de Olympus hayan ganado en robustez y "musculación" a medida que han incrementado su calidad, los factores de peso y volumen son determinantes para asegurar la cuota de mercado que han conquistado. Aparte de esos datos físicos objetivos, a mí me atraen de Olympus otros aspectos tal vez subjetivos, pero nada desdeñables: encuentro en la fotografía del sistema M43 una nitidez y un color con el que las Canon no consiguieron seducirme del todo.