No recuerdo quién dijo lo de "La realidad supera a la ficción" (Julio Verne, tal vez?) pero tenía mucha razón.
Hace un par de semanas me vi en una situación de aquellas que no te lo acabas de creer aunque lo tengas en las manos y me gustaría compartirla con vosotros. No os preocupéis, que no es nada grave ;D (pero sí fiki!)
Hace muchos muchos años, mi padre tenía una cámara de fotos de carrete con su funda rígida de símil piel marrón. Dentro de la funda guardaba un papelito doblado con una lista de exposiciones escritas a máquina. De pequeña, yo había dibujado circulitos en bolígrafo en algunas letras. Hasta aquí todo normal.
Hace aproximadamente 12 años la vendió para gastárselo en alcohol. Por aquel entonces yo aún tenía algún tipo de pseudorelación con él y vender la cámara (y sobre todo el motivo) supuso una buena bronca. Poco después dejamos de tener contacto definitivamente.
Hasta aquí todo sigue siendo normal más o menos.
Bien, adelantamos 12 años.
De tanto en tanto me gusta pasar por las tiendas de segunda mano a ver qué tienen, nunca se sabe qué joya olvidada puede estar enterrada entre las roñas.
Hace un par de semanas entré en un C&C a ver las cámaras. Había una Voigtländer de los años 70 con funda rígida en símil piel marrón. Yo ni me acordaba ni sabía de qué marca era la de mi padre, pero la funda me la recordaba mucho y la cámara se parecía. Como el precio era barato la compré por el simple hecho de parecerse a la que malvendió. En la tienda no la inspeccioné mucho, simplemente vi el aspecto y fue una compra por impulso.
Una vez en casa, la examiné más de cerca para ver su estado. Desenrosqué y saqué la funda... y en la parte del objetivo allí estaba el papel doblado con las exposiciones y los circulitos a boli en las letras.
Todavía estoy asimilando que a cámara ha vuelto a mí. No es ninguna maravilla ni una antgüedad valiosa, pero alucino las vueltas que da la vida y me he alegrado más que si me hubiese encontrado una Hassel (o casi).
;D ;D
Hace un par de semanas me vi en una situación de aquellas que no te lo acabas de creer aunque lo tengas en las manos y me gustaría compartirla con vosotros. No os preocupéis, que no es nada grave ;D (pero sí fiki!)
Hace muchos muchos años, mi padre tenía una cámara de fotos de carrete con su funda rígida de símil piel marrón. Dentro de la funda guardaba un papelito doblado con una lista de exposiciones escritas a máquina. De pequeña, yo había dibujado circulitos en bolígrafo en algunas letras. Hasta aquí todo normal.
Hace aproximadamente 12 años la vendió para gastárselo en alcohol. Por aquel entonces yo aún tenía algún tipo de pseudorelación con él y vender la cámara (y sobre todo el motivo) supuso una buena bronca. Poco después dejamos de tener contacto definitivamente.
Hasta aquí todo sigue siendo normal más o menos.
Bien, adelantamos 12 años.
De tanto en tanto me gusta pasar por las tiendas de segunda mano a ver qué tienen, nunca se sabe qué joya olvidada puede estar enterrada entre las roñas.
Hace un par de semanas entré en un C&C a ver las cámaras. Había una Voigtländer de los años 70 con funda rígida en símil piel marrón. Yo ni me acordaba ni sabía de qué marca era la de mi padre, pero la funda me la recordaba mucho y la cámara se parecía. Como el precio era barato la compré por el simple hecho de parecerse a la que malvendió. En la tienda no la inspeccioné mucho, simplemente vi el aspecto y fue una compra por impulso.
Una vez en casa, la examiné más de cerca para ver su estado. Desenrosqué y saqué la funda... y en la parte del objetivo allí estaba el papel doblado con las exposiciones y los circulitos a boli en las letras.
Todavía estoy asimilando que a cámara ha vuelto a mí. No es ninguna maravilla ni una antgüedad valiosa, pero alucino las vueltas que da la vida y me he alegrado más que si me hubiese encontrado una Hassel (o casi).
;D ;D