A diferencia de la de la boda, a esta la veo cansina, dóciles en una escena dócil, amestrados, tolerables en su higiénica y prolija "rebeldía". Ni siquiera el perro molesta y la señora que mira los cositos parece pensar que esas porquerías ya las tiene todas y ella quiere una nueva.
Tal como la veo, una fotografía un punto más que irónica, ácida, casi cruel. Me gusta